Y sí. De la misma forma en que durante mi adolescencia y en el contexto de un colegio de monjas el tema de la primera menstruación era absolutamente tabú, hoy a mis 49 años, encuentro que una sombra igual de espesa recae sobre cualquier conversación alrededor de la MenopausiA. El tema estuvo ausente de mi vida durante largos años y cuando más por necesidad que por curiosidad intenté abordarlo, me di cuenta que la información era escasa y que nadie quiere hablar con tranquilidad de este asunto.
A mi la cosa me cayó como de sopetón porque por cuenta de un útero multiquístico me tuvieron que practicar una histerectomía y ahí fue Troya. Aunque los ovarios se quedaron en su sitio, rápidamente empezaron a empequeñecerse y después de semanas de practicada la cirugía, ya estaba yo en medio de unos calores nocturnos insoportables, se me caía el pelo a manotadas, empecé a dormir terriblemente mal, me cambio "el genio", gané peso y en general, mi relación con mi cuerpo se convirtió en una tortura.
Y para acabar de completar, no sabía nada de nada y no tenía con quién hablar sobre este tema. Además de estar encerrada por cuenta del aislamiento propio de la pandemia, no me animé a llamar a ninguna amiga para procesar lo que me sucedía. Debo confesar que sentí vergüenza. En menos de un mes, ya no era la mujer que había sido por más de 40 años. Me desconocía por completo y sentía que ya no había vuelta atrás. Sentí que una buena parte de mí, entre física y emocional, se había muerto. Nada, absolutamente nada en la vida, me preparó para lo que me estaba pasando.
Hoy, a trancazos, creo que estoy parcialmente al otro lado. Todavía hay mucho de esta transición que está pendiente pero he decidido comenzar este blog para contribuir en lo que pueda a que la llegada a esta etapa de la vida no le sea tan ajena, tan sorpresiva y tan traumática a otras mujeres. Tenemos que empezar a hablar con franqueza de la MenopausiA porque es la única forma en la que podremos estar lo suficientemente informadas y lo suficientemente tranquilas para caminar este difícil trayecto. Por supuesto no soy médica y por tanto no puedo lidiar con temas físicos ni es mi aspiración hacerlo. Quisiera más bien tener una conversación en donde podamos compartir experiencias, acabar con mitos, derribar tabús.
El peor enemigo que tenemos las mujeres cuando construimos nuestra relación con nuestros propios cuerpos, es el silencio. Ya es una relación complicadísima gracias al altísimo grado de exigencias físicas y sexuales que se nos imponen. Pero el paso del tiempo nos enseña a encontrar formas de querer y de apreciar nuestros cuerpos y cuando estamos en el culmen de ese proceso, se nos viene encima el reto más grande de todos: la MenopausiA. Pero este reto, como tantos otros, necesita ser discutido, conversado, publicado. Necesitamos hablar de lo que nos pasa sin vergüenza y ese diálogo es entre nosotras y con los hombres.
Las y los invito a dejar la pena. Este artículo publicado recientemente en la revista del domingo del New York Times me ha motivado a hablar sin tapujos, esencialmente porque me ha dejado claro el tremendo daño que puede causar el silencio. Eso sí advierto que por pura deformación profesional, es muy posible que en este blog se me cuelen entradas sobre temas políticos e internacionales. Pero como aquí no tengo editores que tengan la expectativa de que hable de temas particulares, me daré el lujo de abrirle también la puerta a algunas reflexiones sobre otros temas.
Sean todos muy bienvenidos.
La menopausia es la situación orgánica de las hembras que determina el cese de la funcionalidad reproductiva de su respectiva especie. Regularmente se da entre los cuarenta y cincuenta años, en la especie humana. En esos momentos las mujeres, según su entorno socio-natural, tienen una serie de reacciones emocionales y orgánicas, que pueden ser de amplia complejidad como ocurre en las sociedades industrializadas, o intrascendentes como en las sociedades selváticas y naturales. En el caso nuestro, sociedades de consumo reiterativo, y el sexo no escapa a ello, para muchas mujeres su disponibilidad sexual, mediante el apareamiento regularmente, es parte de su equilibrio emocional y su estabilidad vital. Y cuando su programación genética le detiene esa funcionalidad, eminentemente orgánica, entonces su…
Sandra, me gustó leer tus dos artículos sobre menopausia. Un término que como lo dejas saber es un tabú en Colombia y es utilizado de forma insensible contra las mujeres. Bravo por el valor de escribir al respecto! Te seguiré leyendo!
Por favor habla más, de.como combatir el sobrepeso y la depresión que causa la menopausia. Gracias
Gracias por crear este espacio 🩷
¡Que buen tema! Me gustó mucho! Poner la menop sobre la mesa de de las mujeres y más para quienes estamos en el piso de los 40 es muy útil. Tienes aquí una seguidora!